viernes, 8 de julio de 2016

SUSURROS - CAPITULO 12

-  ¿Qué haces aquí? – le pregunto poniéndole el cinturón a Aurora.
-  Tú también necesitas el cinturón – me dice.
-  Q si – le digo poniéndomelo. – Pero responde a mi pregunta.
-  Tom nos lo conto y los uno de los gemelos te vio en las noticias – dice conduciendo más rápido de lo normal.
-  Si llegamos vivos hablaremos todos – le digo.
Llegamos a la casa de mi pelirrojo. Cuando le informo que necesitare otro cambio de imagen y la niña también, me dice que no habrá ningún problema porque Tom y Mireia están llevando todo lo que necesitaremos. Al bajar entramos rápidamente en casa.
Están todos los gemelos y sus respectivas novias, que también son gemelas. Me rio cuando los veo. También esta Tom y Mireia con su hija Lara. Todos nos juntamos en gran abrazo. Los gemelos me presentan a sus prometidas. Aurora juega con Lara, mientras las gemelas, Mireia y yo nos vamos a una habitación para hacer mi cambio. Ellas comienzan a discutir qué hacer con mi cabello. Sin pensármelo cojo unas tijeras y comienzo a cortar mechones. Cuando termino me doy cuenta que mejor quedaría si estuviera rapado, así que me lo rapo. Después me pongo unos pantalones negros, una camiseta, sudadera y una gorra. Decido no maquillarme, solo tapo algunas heridas visibles. Todas se quedan impresionadas cuando me ven. Yo me rio porque a mí también me ha pasado lo mismo cuando me he visto al espejo. Voy a donde están las niñas y hago que Lara vaya con su madre.
-  ¿Quieres hacer un cambio? – le pregunto.
-  No quiero cortarme el cabello – me dice.
-  Cariño primero te ayudare a ducharte mientras te hago una peina súper chulo – le digo – Y después te visto con la ropa que te guste.
Aurora comienza a llorar cuando ve que le comienzo a cortar su cabello. Después de la ducha, le enseño toda la ropa que han traído. Escoge una camiseta, una sudadera de osito. Es marrón y en la capucha lleva dos orejitas de oso. Unos tejanos y unas botas también marrones. Le he cortado el cabello hasta la altura de la barbilla, así que cuando se pone la capucha está bastante graciosa. Cuando nos miramos en el espejo nos reímos.  Al salir de la habitación vamos al salón donde están todos. Nos miran con la boca abierta.
-  Esta es la niña más bonita del mundo – dice mi pelirrojo. – Y yo soy su tío favorito.
La niña corre a sus brazos, los otros se pelean de que ellos son sus tíos favoritos y la niña súper feliz. Lara se enfada, pero cuando su padre la cojo en brazos se le pasa. Somos una gran familia. Las niñas se van a jugar mientras nosotros nos ponemos en marcha con nuestro plan. Les cuento todo lo que me ha pasado desde la última vez que nos vimos.
-  La última vez que vi a mi madre me dijo lo que teníamos que hacer – les digo a todos. – Tengo que dar caza a los que nos siguen y sobre todo no dejar que nuestro apellido muera.


En la casa hay suficientes habitaciones para todos. En una habitación esta Tom con su mujer e hija, cada pareja de gemelos tiene una habitación, el pelirrojo en el sofá porque nos ha dado su habitación para la niña y para mí. Así que por la noche cada uno va a sus respectivas camas. La niña se ha quedado dormido nada más tocar la cama, pero yo no paro de dar vueltas sobre la cama. Así que salgo de la habitación para ir al sofá.
-  P.J – le digo para que se despierte cuando me pongo a su lado.
-  ¿Qué pasa? – dice abriendo los ojos.
-  No puedo dormir – recuerdo cuando iba a su casa para dormir con él.
-  Hace tiempo que no venias a buscarme para dormir juntos – me dice con una sonrisa.
Cada vez que discutía con mis tíos, mis padres en ese momento, me encerraba en mi habitación y como no conseguía dormir me escapaba de casa para ir a la casa de mis vecinos. Vivía P.J con sus padres. Me colaba por la puerta de atrás y subía a su habitación, donde lloraba desconsolada hasta quedarme dormida.
-  ¿Puedo dormir contigo? – pregunto poniéndole morritos.
-  Está bien – me dice levantándose y es cuando me doy cuenta que está en ropa interior. – Pero hay que abrir el sofá.
Abre el sofá cama y nos tumbamos los dos. Yo solo llevo una camiseta y una braguitas, él unos calzoncillos. Me abrazo a él para quedarme dormida. No tardo en hacerlo. A las horas me despierto por el sonido de un llanto. Salgo del sofá con cuidado y voy a la habitación para ver a Aurora. Se está retorciendo en la cama. Cogiéndola en brazos intento calmarla pero no consigo nada. Me asusto, comienzo a llorar. Trato de despertarla pero sigue retorciéndose.
-  Aurora, por favor despiértate – le digo con lagrimas en los ojos.
Al rato entra P.J en la habitación y me quita a la niña. Comienza a cantarle una nana mientras se pasea por toda la habitación. Poco a poco Aurora se va tranquilizando. Con un dedo en la boca sigue durmiendo. La vuelve a tumbar en la cama, después me coge a mí en brazos que aun sigo llorando. Salimos de la habitación.
-  ¿Qué pasa? – me pregunta sentándonos en el sofá.
-  Me he asustado mucho – le digo. – No sé que le ha pasado.
-  Solo ha sido una pesadilla – me dice limpiándome las lagrimas.
Me acuna en sus brazos hasta que me quedo dormida. Siento como nos tumbamos en el sofá y me abraza para que me sienta segura.

Me despierto cuando ya ha amanecido. La casa está en silencio. Todos duermen. Siento una presión detrás de mí. Comienzo a reírme como una histeria. Nunca había pasado esto cuando dormía con él. P.J se despierta por mi risa.
-  He crecido y las cosas cambian – me dice apartándose de mí.
-  Y tanto que has crecido – no puedo parar de reír.
Cuando consigo calmarle le pido perdón por reírme de él. Me dice que esto le suele pasar casi todas las mañanas, más si duerme acompañado. Le pongo morritos.
-  ¿No es por mí? – pregunto poniéndole ojitos.
-  Sueeeee – dice con frustración.
Salgo de la cama un poco enfadada. La verdad es que siempre le había querido más que un amigo pero él solo me quiere como una hermana, es algo que nunca puedo olvidar. Es cierto que bese a James, que me parecía muy guapo y también es verdad que creí que sentía algo por él. Pensaba que esos sentimientos eran con respondidos, aún más cuando nos hicimos amigos. Pero después de la traición no se qué pensar de él, comencé a dudar pero cuando vi a P.J todas mis dudas se marcharon para darme cuenta que el sentimiento que sentía por mi pelirrojo nunca se había ido.
Nada más llegar a la habitación despierto a Aurora. Lleno la bañera de la habitación. Nos metemos las dos juntas. Aun sigue un poco enfadada por el corte de su cabello, pero le animo cuando le digo que ella puede escoger la ropa que llevare hoy. Nada más terminar de ducharse sale corriendo. 

La niña escoge unos tejanos rotos, un top rojo y unas botas negras. A ella le pongo un vestido, pero ella quiere ponerse la sudadera de oso. Así que le quito el vestido y lo cambio por unos pantalones, camiseta y la sudadera.
Salimos a desayunar, todos están sentados en la mesa. La verdad es que yo no tengo mucha hambre así que me preocupo más porque la niña coma mientras yo juego con el mío. Al terminar llevo a las niñas a jugar fuera. Me siento mientras las veo jugar.
-  Toma – dice P.J sentándose a mi lado.
-  Ya he desayunado – le digo sin coger el vaso de leche.
-  No es verdad – me dice.
Para no discutir más con él cojo el vaso y me lo bebo de golpe. Nada más terminar de beber me comienzo a encontrar mal.
-  P.J – digo poniendo mis manos en mi barriga.
-  ¿Qué pasa? – me pregunta mirándome preocupado.
-  ¿La leche era sin lactosa? – pregunto.
-  No, era leche normal – me dice.
Me levanto de golpe y entro corriendo a casa. Me tapo la boca con una mano. Nada más encerrarme en el baño comienzo a vomitar. Después de varios minutos ya no expulso nada. Hace un par de años que mi cuerpo no tolera ningún tipo de leche, si no es leche sin lactosa.

Al salir me encuentro con mi pelirrojo y la niña mirando con preocupación. Antes de salir me he lavado la boca. Así que cojo a la niña y le tranquilizo. Incluso le juro que estoy bien. Se va a jugar y yo me quedo con P.J, le cuento lo que me ha pasado. Me pide disculpas. Vamos fuera para que me dé un poco de aire. Pasamos la mañana mirando cómo llega el invierno. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario