Me despierto gritando y llorando. Miro a mí
alrededor y estoy en una habitación. Me toco el pecho y noto que no hay nada.
Dejo de gritar pero sigo llorando. Cuando giro mi cabeza me encuentro con
Aurora que también está llorando, por nuestras miradas sé que hemos tenido la
misma pesadilla.
- Esto es una pasada, podéis soñar lo mismo – dice mi hermano.
- No es bonito – le digo a mi hermano
mientras voy a la cama con Aurora.
- Se acerca el peligro – dice mi padre detrás de Lucas.
- Os vienen a buscar – dice mi hermano.
Me pongo de pie y cogiendo a la niña voy hacia la
ventana. Solo hemos cogido su mochila y unas chaquetas. Cuando terminamos de
ponernos los zapatos abren la puerta. Aparecen policías y detrás de ellos va
James. Nos ha traicionado. Cojo a la niña con más fuerza para protegerla de
todo y de todos. La verdad es que confiaba de James, después de todo lo que nos
hemos contado pensaba que éramos amigos. Me equivocaba y ahora mi prima corre
peligro.
- Juntaos y aparecerán nuevos dones – dice mi madre.
No sé de qué dones habla mi madre. La verdad es
que tanto Aurora como yo no sabemos que sucederá. Aurora solo es una niña que
ha tenido que creer y dejar un poco su infancia de lado para seguir adelante con
la vida. Las dos nos damos cuenta que nuestra vida ha cambiado de un momento a
otro.
Los policías se acercan poco a poco a nosotras. La
niña y yo nos cogemos de las manos. Cerramos los ojos y buscamos el despertar
de nuestros dones. Al abrir los ojos miramos hacia James. Veo el alma de cada
persona presente en la habitación. Tienen alma pura. Sé que no quieren que
nadie salga herido.
- Bomba – dice Aurora.
- Si no nos dejáis irnos, activare la bomba
– les digo a todos.
- No hay ninguna bomba – dice James.
- Si la hay – digo cogiendo de la mano a la
niña. – La lleva él, en su cintura.
James lo sigue negando y se abre la camisa que
lleva para enseñarles que no lleva nada. La verdad es que no lleva nada pero
acabamos de descubrir que mi prima tiene el poder de hacerles ver lo que ella
quiere que vean. Cuando los policías ven la cintura de James bajan poco a poco
las armas y nos dejan irnos. Hacemos que James ande delante de nosotras. Al
llegar a la entrada del motel nos encontramos con más policías. Aurora y yo
negamos con la cabeza, por lo visto no se nos hará fácil escapar. En mi cabeza
sigue rondando el pensamiento de que la persona en quien confiábamos nos ha
traicionado. Sigo viendo las almas, pero esta vez han cambiado. Algunas son
puras, hoy unos que tienen el alma muy oscura y un par que no consigue ver bien
su alma. Hacemos lo mismo que arriba y aunque James sigue negando la existencia
de alguna bomba solo les creen dos personas, los hombres que no consigo ver su
alma.
- Dolor – dice la niña cogiéndose la cabeza.
- Aguanta – le digo. – Solo un poco más.
- Quien no tiene alma, es vuestro cazador – dice mi madre.
Tanto mi prima y yo nos asustamos. Tenemos que
salir de aquí cuanto antes. Sé que algunos harán lo que sea para que no pase
nada pero hay dos en especial que nos quieren a la niña y a mí.
- Cuando puedas corre y escóndete – le digo
a la niña. – Canta y ellas te salvaran.
Decido sacrificarme por ella. Mi prima tiene
derecho a ser feliz y a vivir su vida con la mayor normalidad posible, aunque
seguramente sea un poco difícil. Antes de separarnos abrazo a la niña con
fuerza. Comienzo a cantar y ella sigue, le hago prometer que se cuidara y que
repita la canción una y otra vez hasta que este con nuestras protectoras. Con
un beso nos separamos. Veo como nuestros dones van disminuyendo según nos
distanciamos. Veo como mueve los labios, susurra la canción.
Comienzo a andar hacia todos ellos dejando a James
y Aurora atrás. Me acerco a esas personas que no tienen alma. Me pongo delante
de ellos.
- ¿Quiénes sois? – pregunto aunque ya se la
respuesta.
No hay respuesta. Según me voy acercando veo que
están utilizando magia para ocultar su verdadero rosto. Sé que mi prima ha
salido corriendo a esconderse porque uno de ellos se separa para ir en su
busca. No le permito que avance mucho. Lucho. Recibo golpes, escucho gritos y
algún disparo. Todo es un caos. No tengo mucho conocimiento sobre lucha, pero
me defiendo como puedo. Tengo que darle tiempo para que Aurora consiga escapar.
La verdad es que recibo muchos golpes y en uno de ellos termino en el suelo. Todo
se queda en silencio.
- Boom – susurro antes de cerrar los ojos.
Primero siento como mi cuerpo sale impactado hacia
una pared por una onda expansiva. Después todo queda en silencio durante unos
segundos, después escucho gritos y sonidos que no consigo identificar. Pero
todos quedo en silencio y solo escucho un llanto. Aun con los ojos cerrados
busco a la dueña del llanto. Veo a mi niña. Esta aplastada por un cuerpo. Con
las pocas fuerzas que me quedan abro los ojos y la busco. Al primero que
localizo es a James. Arrastrándome voy hacia él. Esta inconsciente. Intento
moverlo y al final lo consigo, liberando a Aurora.
Nos abrazamos y entre susurros cantamos nuestra
canción buscando la protección de las mujeres Kyvattarius.