Ha pasado un mes desde la discusión con James.
En este tiempo he estado encerrada y vigilada, esto es la
consecuencia de herir al hijo del dueño del centro. James ha
intentado acercarse varias veces pero no le he dejado. Hay algo en él
que me altera. Mi familia
solo me visita por las noches y me acompañan en mis sueños. Cada
noche me revelan nuevas cosas. Todos dicen que he mejorado en poco
tiempo, pero que aun sigue existiendo un factor que les hacen pensar
que no estoy bien. La verdad es que tengo miedo de ese factor porque
el factor es el miedo. Vivo aterrada. Desde hace un mes han aparecido
nuevas personas que solo veo yo. Hace unos días comencé a entender
varias cosas. Como que soy especial. Las personas que solo veo yo son
espectros que se han quedado en este mundo porque no han resuelto sus
problemas. También he descubierto como les puedo ayudar para que
sigan con su camino. Cada noche consigo nueva información, para
conseguirlo tengo que dejar que mi familia
me lleve con ellos.
Ahora estoy tumbada en mi cama. Estoy tan cansada.
Lo que hacemos me deja muy agotada tanto físicamente como
psicológicamente. Como cada noche cierro los ojos y me dejo llevar.
Al abrir los ojos me encuentro con otra escena. Pero esta es muy
diferente a las anteriores. Solo veo la cara de María. En su cara
leo el miedo. Esta despeinada y con sangre por todas partes y
lágrimas en los ojos. << Mi
preciosa Sue, tienes que guardar silencio. Todo saldrá bien. >>
Detrás de mi madre esta Lucas y John.
Mi madre me esconde en nuestro escondite. No tengo más de tres años.
Mi madre me arropa y me echa un líquido por todo el cuerpo. Vuelve a
hablar << Estaremos a tu lado,
nunca lo olvides. Recuerda que eres tan poderosa como tu madre o aun
más. No tengas miedo y recuerda cuando debes salir del escondite>>.
Después de eso mi madre se despide y
yo me quedo escondida. Cierro los ojos. No recordaba nada. Algo
tendría que haber pasado para que mis recuerdos se borren. Cuando
abro los ojos me doy cuenta que ahora vivo la escena y no la estoy
viendo. Soy esa niña de tres años que no está asustada porque su
madre le ha dicho que no tenga miedo. Pero hay un nuevo poder que
experimento por primera vez. Mi cabeza invoca a mi madre. Mis ojos se
dilatan y me quedo petrificada porque veo lo que ella ve. Lo primero
que pienso es que mi mama se pondrá muy feliz cuando sepa lo que he
hecho. Pero me asusto cuando veo que han herido a mi madre en el
brazo. Noto su dolor. Ella no para de correr. Me tapo la boca porque
mi madre ha caído al suelo. No sé porque le quieren hacer daño.
Comienzo a llorar. Veo como muere mi madre. Siento todo el daño que
le hacen. Incluso lo que le dicen mientras la hieren para matarla. Sé
que tengo que desconectar de ella, antes de hacerlo escucho una voz
diciendo <<Pronto acabaremos con
todas las mujeres Kyvattarius>>.
Lloro y me doy cuenta de que yo también estoy sangrando pero no
tanto como María. Todo gira. Lloro con más fuerza. Cierro los ojos
y con ello llega la seguridad de la oscuridad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario