viernes, 13 de mayo de 2016

SUSURROS - CAPITULO 4

-  Sue abre los ojos – escucho una voz lejana. – Sue despierta – escucho la voz más fuerte.
Aun con los ojos cerrados pienso en lo que visto. Eran mis tíos, mis padres eran mis tíos. Las personas de mi cabeza son mis padres y mi hermano. En realidad tengo una prima. No sé qué pensar. Tengo que encontrar la verdad. Tengo que saber la verdad.
Abro los ojos. Me encuentro con James. En sus ojos veo preocupación. No veo a María ni a John, pero si veo a Lucas que está detrás de James. No hace nada, solo nos mira. Me doy cuenta que James me quita algo de las manos, es una rosa. De repente me doy cuenta que estoy rodeada de pétalos rojos, los pétalos forman mi figura. No sé qué ha pasado. Cuando llegue no había ningún pétalo. Cuando me pongo de pie. Los pétalos salen volando y con ellos se va Lucas.
-  ¿Qué ha pasado? – le pregunto a James cuando consigo hablar.
-  Has salido del despacho muy alterada así que he venido a buscarte – dice James mientras me observa. – Una de las enfermeras me conto que sueles estar aquí y cuando he llegado parecías muerta.
-  Yo no sé lo que ha pasado – digo bajando la mirada.
Comienzo a llorar. No he encontrado ninguna solución y ninguna respuesta. Me abrazo a mí misma. Hace unas horas mi vida era muy tranquila y ahora todo ha cambiado. No sé quién soy. No sé que les pasó a mis padres para que mis tíos se convirtieran en mis padres y yo debía de ser muy pequeña porque no me acuerdo de nada.
-  ¿Quieres conocer a tu hermana? – pregunta James haciendo que vuelva a la realidad
-  Si que quiero, pero no puedo – le digo sentándome en el césped. – Todos piensan que estoy loca, pero es mentira.
-  Yo no te conozco así que no te puedo decir nada – me dice sentándose a mi lado. – Te llevare a conocer a tu hermana, pero no se lo puedes decir a nadie.
-  ¿De verdad? – le pregunto incrédula por su palabras, él asiente.
Sin pensarlo dos veces lo abrazo y le agradezco por su ayuda. Después de que se asegure que estoy bien caminamos por el jardín. Le cuento sobre mis padres. Hace algunos comentarios, pero me deja hablar todo el tiempo a mí.
Cuando me doy cuenta estamos en mi habitación. Nos despedimos y entro en mi habitación. Me doy cuenta que estoy sonriendo al tumbarme en la cama. Cierro los ojos y vuelvo a ver las imágenes que vi en el jardín. No me puedo creer que nadie me dijera nada.
-  Era mejor así – dice Lucas que esta tumbado a mi lado
-  ¿Por qué? – le digo. – Me hubiese gustado que me lo contasen
-  Ellos querían contártelo aun si saber el peligro que corrías – me cuenta Lucas. – Por eso aparecimos nosotros así ellos pensarían que no estás psicológicamente bien para contártelo.
Me quedo callada. Es su culpa que yo esté aquí. Se cuando se ha ido Lucas. Me quedo tumbada en la cama mirando a la nada.
-  No te enfades con nosotros cariño – dice María a mi lado, acariciándome la cabeza.
-  Pero yo no quiero estar aquí, además si estuviera fuera podría estar con mi prima – le digo.
-  Cariño aquí estás protegida – sigue diciendo María, yo no digo nada. – No te enfades con nosotros, cuando confías en la persona que te va traicionar.
<< ¿Quién me va traicionar?>> pienso. Cierro los ojos. Sin darme cuenta me quedo a dormida. La verdad es que estoy muy cansada.

Desde primera hora estoy en el jardín. Quiero que me enseñen más cosas. Llevo dos horas aquí pero ninguno de los tres ha venido. Cuando estoy volviendo dentro me encuentro con James.
-  ¿Cuándo podre conocerla? – le pregunto después de saludarle
-  Sue lo siento mucho pero no puedes conocerla – dice él
-  Te dijimos que te traicionaría – dice María a mi lado
-  Él lo sabía desde el principio – dice John a mi otro lado
-  Él te mintió – dice Lucas detrás de mi
-  Me mentiste – le digo a James –. Nunca me ibas a llevar con ella.
James se quedada callado. Mis manos son dos puños. Yo confié en él. Como pudo mentirme. No necesito que me mientan. Yo quiero saber la verdad de lo que pasa alrededor. Me enfado. Sin pensarlo dos veces salto encima de él. Los dos terminamos en el suelo, mientras descargo mi furia con él le grito mentiroso. De repente siento como varias manos me separan de él. Pataleo para que me suelten. Le sigo gritando. De repente un dolor muy fuerte invade mi cabeza. Grito. Los enfermeros se asustan y me sueltan. Yo me llevo las manos en la cabeza.
-  ¡Huye! – me grita Lucas.

Me pongo de pie aun con el dolor de cabeza y salgo corriendo. Solo necesito esconderme unos minutos. Necesito tranquilizarme. Con la idea de huir en mi cabeza, corro hasta el único refugio que hay. Me encierro en el palomar. 

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