viernes, 27 de mayo de 2016

SUSURROS - CAPITULO 6

Me despierto en mi cama. Mis padres y mi hermano no están. No aparecerán hasta dentro de unas horas, ellos también necesitan recuperar fuerzas. Cierro y abro los ojos varias veces. Me duele mucho la cabeza. También me duele todo el cuerpo. ¿Mi cuerpo? Lo normal es que me duela la cabeza pero el cuerpo no. Miro las zonas donde me duelen y veo sangre. Grito. Tengo el cuerpo lleno de sangre. En todas las partes donde apuñalaron a mi madre. Me asusto. Antes no vivía la escena, solo lo veía como una espectadora más. Todo lo que paso ese día se ha trasladado hasta hoy. Lloro y grito. Me duele la garganta por el esfuerzo de gritar. Entre tanto dolor aparecen los recuerdos. La nanas que me cantaba mi madre, como jugaba con mi hermano y como me dormía en los brazos de mi padre. También recuerdo las pocas cosas que mi madre me enseño. También aparecen mis tíos que me criaron como si fueran mis padres. Recuerdo todo de golpe. Aunque aún tengo un vacío de información.
Me quedo en silencio. Aun sigo tumbada en la cama. Cubierta de sangre. Quien entre y me vea así, se asustara. En el momento en que me siento en la cama la puerta se abre. Aparece James, que palidece cuando me ve. Me pongo de pie. Y sin pensarlo me voy acercando a él. Lo hago sin pensarlo. Me detengo cuando estamos separados por unos centímetros. Sonrío como si no pasara nada. Observo como James sale del shock.
- ¿Que te ha pasado? - me pregunta James estudiándome de abajo a arriba.
- No lo sé – le digo. - He tenido una pesadilla y me he despertado así.
- Vamos a curarte – dice cogiéndome de la mano.
Vamos a las duchas. Me quedo en ropa interior. Se centra en quitarme toda la sangre del cuerpo. Cuando quedo limpia de sangre me revisa todo el cuerpo. Veo sorpresa en su cara al comprobar que no tengo ninguna herida en todo el cuerpo. Me encojo de hombros como respuesta a su pregunta silenciosa. Si le explico de donde procede la sangre no me creería.
Lo miro a los ojos y se pierdo en sus ojos. En unos ojos azules que me recuerda al mar. Sonrío. Mis ojos bajan por su cara. Inconscientemente me muerdo el labio inferior. Mi mirada se detiene en sus labios. Todo a mi alrededor desaparece, solo quedamos nosotros dos. Me acerco hasta que nuestras narices se tocan. Veo como traga saliva y yo me muerdo más el labio inferior. No hay nada a nuestro alrededor. No pensamos en nada. No pensamos en que yo soy una paciente y el hijo del dueño del centro, también mi doctor. Somos llevados por nuestro deseo. Nuestros labios se juntan. Su sabor me embriaga y aunque tengo el cuerpo mojado por el agua me pego a él. Nuestros cuerpos se juntan y dándome impulso los dos terminamos en el suelo de las duchas. Simplemente nos dejamos llevar. Mis manos cobran vida y tocan todo su cuerpo. Cuando me muerde el labio inferior un gemido sale de mi boca. Y con ese gemido la magia se rompe.
- ¿Que estamos haciendo? - pregunta James aun debajo de mi.
- Besarnos – le digo queriendo besarle otra vez. - ¿Te ha gustado? - simplemente no soy yo.
- Ha estado bien – dice mirándome pero después niega con la cabeza. - Esto no tendría que estar pasando.
Me separo de él y me pongo de pie. Lo dejo en el suelo mientras voy en busca de una toalla. Después de cubrirme con la toalla salgo del baño y voy a mi habitación. En el camino toco mis labios con mis dedos recordando el beso que nos hemos dado. Recordando mi primer beso. Aunque estoy casi segura de que él se está arrepintiendo ahora mismo del beso que me ha dado, pero ha sido mi primer beso y nunca lo olvidare. Con una sonrisa cierro la puerta de la habitación.

Cuando me tumbo en mi cama estoy realmente cansada pero justo cuando voy a cerrar los ojos para dormir aparece María, mi madre.
-  Recuerda que solo las mujeres Kyvattarius saben sobre nuestros poderes – dice María.
- Lo sé – le digo. – No se lo contare a nadie, pero solo una persona será conocedora de nuestro don – digo.
Hay una niña que ha sido bendecida con nuestro don – dice ella. – Tienes que protegerla.
Con esas palabras desaparece dejándome sola con mis pensamientos. Mi prima también tiene nuestro don. Ahora más que nunca quiero estar con ella. Cierro los ojos con fuerza y pienso en ella. En cómo estará y donde estará. Cuando abro los ojos me encuentro con unos ojos verdes. Los ojos son de una niñita.
¿Quién eres? – pregunta mi prima.
- Soy Sue, cariño – le digo a la niña.
- ¿Eres mi hermana mayor? – pregunta con lágrimas en los ojos.
- Si – le digo. – No te asustes por lo que veas y otros no.
- Yo no tengo miedo a nada – dice aunque se hace la valiente se que tiene miedo.
- Te prometo que pronto estaremos juntas – le digo. – Nos vemos otro día.
Hago que cierre los ojos. Cuando los vuelva a abrir ya no me vera. Yo hago lo mismo. Me encuentro otra vez en mi habitación. Tengo que salir de aquí cuanto antes. Tengo que ir con mi prima. Sé que si le dejo sola correrá peligro, igual como yo este corriendo peligro ahora mismo. Hay alguien que nos quiere destruir, aunque aún no sé porque lo hacen.

A la mañana siguiente sigo en mi habitación. Pienso en cómo salir de este sitio. Después de vestirme voy al despacho del director del centro. Tengo que suplicarle que me deje salir, aun más cuando nadie va a pagar para que este aquí encerrada. Cuando entro en su despacho después de llamar a la puerta me sorprendo al ver a James.
- Hola – digo sentándome en la silla que está al frente del escritorio. – ¿Podemos hablar?
- Te escucho – me dice.
- Tengo que salir de aquí – le digo. – Tengo que ir en busca de mi hermana.
- No te puedes ir – dice mirándome a los ojos.
- Pero si nadie paga para que este aquí, me tendré que ir – digo con esperanzas de que dejen irme.
- Se te trasladara a un centro público Sue – dice
Todas las esperanzas se van. No podre escapar nunca. Mi prima corre peligro y quizás yo también pero si les cuento todo lo ocurrido no me dejaran irme. Mi cabeza va mil por ahora, pero no se me ocurre nada. Cierro los ojos y cuando los abro estoy delante de mi prima.
- No sé cómo lo he hecho pero tienes que ayudarme – dice llorando.
- ¿Qué pasa? - pregunto preocupada y querer estar con ella.
- Me quieren adoptar pero me da miedo esas personas – dice limpiándose las lágrimas. – No me quiero ir con ellos.
- Tranquila mi amor – digo tratando de transmitirle tranquilidad. – Has lo que sea para no agradarles y no te llevaran con ellos – le digo. – Pronto estaremos juntos, solo espérame.
- Gracias – me dice. – Quiero irme contigo y nadie más.
Las dos nos despedimos. Cerramos los ojos a la vez. Cuando los abro me encuentro con la cara de James a unos centímetros de mi.
- ¿Quieres besarme otra vez? – pregunto mordiéndome el labio.
- Me has asustado – dice y me doy cuenta que esta pálido. – Has cerrado los ojos y cuando te llame no contestabas. Cuando me he acercado a ti parecías muerta – dice recuperando su color.
- Lo siento, no era mi intención hacerlo – le digo.

Él vuelve a su sitio. Yo me levanto y me despido. Mientras voy a los jardines me encuentro muy cansada. Gracias a James sé que tengo que ir con más cuidado. No sabía que pasaba esto cuando conectaba con Aurora. Cuando llego al jardín que debo escapar cuanto antes e ir en busca mi prima.

domingo, 22 de mayo de 2016

SUSURROS - CAPITULO 5

Ha pasado un mes desde la discusión con James. En este tiempo he estado encerrada y vigilada, esto es la consecuencia de herir al hijo del dueño del centro. James ha intentado acercarse varias veces pero no le he dejado. Hay algo en él que me altera. Mi familia solo me visita por las noches y me acompañan en mis sueños. Cada noche me revelan nuevas cosas. Todos dicen que he mejorado en poco tiempo, pero que aun sigue existiendo un factor que les hacen pensar que no estoy bien. La verdad es que tengo miedo de ese factor porque el factor es el miedo. Vivo aterrada. Desde hace un mes han aparecido nuevas personas que solo veo yo. Hace unos días comencé a entender varias cosas. Como que soy especial. Las personas que solo veo yo son espectros que se han quedado en este mundo porque no han resuelto sus problemas. También he descubierto como les puedo ayudar para que sigan con su camino. Cada noche consigo nueva información, para conseguirlo tengo que dejar que mi familia me lleve con ellos.
Ahora estoy tumbada en mi cama. Estoy tan cansada. Lo que hacemos me deja muy agotada tanto físicamente como psicológicamente. Como cada noche cierro los ojos y me dejo llevar. Al abrir los ojos me encuentro con otra escena. Pero esta es muy diferente a las anteriores. Solo veo la cara de María. En su cara leo el miedo. Esta despeinada y con sangre por todas partes y lágrimas en los ojos. << Mi preciosa Sue, tienes que guardar silencio. Todo saldrá bien. >> Detrás de mi madre esta Lucas y John. Mi madre me esconde en nuestro escondite. No tengo más de tres años. Mi madre me arropa y me echa un líquido por todo el cuerpo. Vuelve a hablar << Estaremos a tu lado, nunca lo olvides. Recuerda que eres tan poderosa como tu madre o aun más. No tengas miedo y recuerda cuando debes salir del escondite>>. Después de eso mi madre se despide y yo me quedo escondida. Cierro los ojos. No recordaba nada. Algo tendría que haber pasado para que mis recuerdos se borren. Cuando abro los ojos me doy cuenta que ahora vivo la escena y no la estoy viendo. Soy esa niña de tres años que no está asustada porque su madre le ha dicho que no tenga miedo. Pero hay un nuevo poder que experimento por primera vez. Mi cabeza invoca a mi madre. Mis ojos se dilatan y me quedo petrificada porque veo lo que ella ve. Lo primero que pienso es que mi mama se pondrá muy feliz cuando sepa lo que he hecho. Pero me asusto cuando veo que han herido a mi madre en el brazo. Noto su dolor. Ella no para de correr. Me tapo la boca porque mi madre ha caído al suelo. No sé porque le quieren hacer daño. Comienzo a llorar. Veo como muere mi madre. Siento todo el daño que le hacen. Incluso lo que le dicen mientras la hieren para matarla. Sé que tengo que desconectar de ella, antes de hacerlo escucho una voz diciendo <<Pronto acabaremos con todas las mujeres Kyvattarius>>. Lloro y me doy cuenta de que yo también estoy sangrando pero no tanto como María. Todo gira. Lloro con más fuerza. Cierro los ojos y con ello llega la seguridad de la oscuridad.


viernes, 13 de mayo de 2016

SUSURROS - CAPITULO 4

-  Sue abre los ojos – escucho una voz lejana. – Sue despierta – escucho la voz más fuerte.
Aun con los ojos cerrados pienso en lo que visto. Eran mis tíos, mis padres eran mis tíos. Las personas de mi cabeza son mis padres y mi hermano. En realidad tengo una prima. No sé qué pensar. Tengo que encontrar la verdad. Tengo que saber la verdad.
Abro los ojos. Me encuentro con James. En sus ojos veo preocupación. No veo a María ni a John, pero si veo a Lucas que está detrás de James. No hace nada, solo nos mira. Me doy cuenta que James me quita algo de las manos, es una rosa. De repente me doy cuenta que estoy rodeada de pétalos rojos, los pétalos forman mi figura. No sé qué ha pasado. Cuando llegue no había ningún pétalo. Cuando me pongo de pie. Los pétalos salen volando y con ellos se va Lucas.
-  ¿Qué ha pasado? – le pregunto a James cuando consigo hablar.
-  Has salido del despacho muy alterada así que he venido a buscarte – dice James mientras me observa. – Una de las enfermeras me conto que sueles estar aquí y cuando he llegado parecías muerta.
-  Yo no sé lo que ha pasado – digo bajando la mirada.
Comienzo a llorar. No he encontrado ninguna solución y ninguna respuesta. Me abrazo a mí misma. Hace unas horas mi vida era muy tranquila y ahora todo ha cambiado. No sé quién soy. No sé que les pasó a mis padres para que mis tíos se convirtieran en mis padres y yo debía de ser muy pequeña porque no me acuerdo de nada.
-  ¿Quieres conocer a tu hermana? – pregunta James haciendo que vuelva a la realidad
-  Si que quiero, pero no puedo – le digo sentándome en el césped. – Todos piensan que estoy loca, pero es mentira.
-  Yo no te conozco así que no te puedo decir nada – me dice sentándose a mi lado. – Te llevare a conocer a tu hermana, pero no se lo puedes decir a nadie.
-  ¿De verdad? – le pregunto incrédula por su palabras, él asiente.
Sin pensarlo dos veces lo abrazo y le agradezco por su ayuda. Después de que se asegure que estoy bien caminamos por el jardín. Le cuento sobre mis padres. Hace algunos comentarios, pero me deja hablar todo el tiempo a mí.
Cuando me doy cuenta estamos en mi habitación. Nos despedimos y entro en mi habitación. Me doy cuenta que estoy sonriendo al tumbarme en la cama. Cierro los ojos y vuelvo a ver las imágenes que vi en el jardín. No me puedo creer que nadie me dijera nada.
-  Era mejor así – dice Lucas que esta tumbado a mi lado
-  ¿Por qué? – le digo. – Me hubiese gustado que me lo contasen
-  Ellos querían contártelo aun si saber el peligro que corrías – me cuenta Lucas. – Por eso aparecimos nosotros así ellos pensarían que no estás psicológicamente bien para contártelo.
Me quedo callada. Es su culpa que yo esté aquí. Se cuando se ha ido Lucas. Me quedo tumbada en la cama mirando a la nada.
-  No te enfades con nosotros cariño – dice María a mi lado, acariciándome la cabeza.
-  Pero yo no quiero estar aquí, además si estuviera fuera podría estar con mi prima – le digo.
-  Cariño aquí estás protegida – sigue diciendo María, yo no digo nada. – No te enfades con nosotros, cuando confías en la persona que te va traicionar.
<< ¿Quién me va traicionar?>> pienso. Cierro los ojos. Sin darme cuenta me quedo a dormida. La verdad es que estoy muy cansada.

Desde primera hora estoy en el jardín. Quiero que me enseñen más cosas. Llevo dos horas aquí pero ninguno de los tres ha venido. Cuando estoy volviendo dentro me encuentro con James.
-  ¿Cuándo podre conocerla? – le pregunto después de saludarle
-  Sue lo siento mucho pero no puedes conocerla – dice él
-  Te dijimos que te traicionaría – dice María a mi lado
-  Él lo sabía desde el principio – dice John a mi otro lado
-  Él te mintió – dice Lucas detrás de mi
-  Me mentiste – le digo a James –. Nunca me ibas a llevar con ella.
James se quedada callado. Mis manos son dos puños. Yo confié en él. Como pudo mentirme. No necesito que me mientan. Yo quiero saber la verdad de lo que pasa alrededor. Me enfado. Sin pensarlo dos veces salto encima de él. Los dos terminamos en el suelo, mientras descargo mi furia con él le grito mentiroso. De repente siento como varias manos me separan de él. Pataleo para que me suelten. Le sigo gritando. De repente un dolor muy fuerte invade mi cabeza. Grito. Los enfermeros se asustan y me sueltan. Yo me llevo las manos en la cabeza.
-  ¡Huye! – me grita Lucas.

Me pongo de pie aun con el dolor de cabeza y salgo corriendo. Solo necesito esconderme unos minutos. Necesito tranquilizarme. Con la idea de huir en mi cabeza, corro hasta el único refugio que hay. Me encierro en el palomar. 

PORTADA "SENTIMIENTOS QUE PERDURAN"

Hola a tod@as !!! He estado desconectada una semanita pero ya estoy de vuelta jajajaja
Os tengo una buena noticia!!! Por fin he encontrado la portada de mi novela!!!! Bieeeen!!!


Así que para compensaros haber estado desconectada, aquí os la dejo!! Y además subiré otro capitulo de Sentimientos que perduran, que ya toca jajajaja


Espero que os guste un montón :)
Besooooos ;)


PD: Os adelanto de que este árbol que veis, será muy significativo para Iván y Nuria jijijij Ya hasta me emociono al imaginarme la escena......se nota que he visto Anatomía de Grey y estoy sensible jajajaja


viernes, 6 de mayo de 2016

SUSURROS - CAPITULO 3

 Me quedo quita en la silla. No muevo ningún musculo. Desconecto de la realidad. ¿Por qué no me dijo que era hijo del dueño del centro? ¿Cuándo nos conocíamos pensaba que trabajaba aquí? La verdad es que no se qué pensar. Trato de escuchar lo que me dicen los seres de mi cabeza pero solo hay silencio. Por una vez solo escucho mis propios pensamientos. Tengo miedo de que no vuelvan más.
  - Sue, ¿estás bien? – me pregunta mi médico y yo solo asiento, sé que si intento hablar no saldrá ningún sonido. – Como te iba diciendo, creemos que lo que te diré no te afectara en nada, ya que tu salud mental ha mejorado bastante desde que estas con nosotros.
  - ¿Qué me tiene que decir Sr. Martínez? – le pregunto
  - Su padre ha tenido un accidente con su mujer y su hija – dice el médico mirando fijamente para estudiar mis reacciones –. Solo ha sobrevivido la niña de poco más de un año. Al no tener más familiares por ninguna de las dos partes la niña se encuentra en manos del estado.
Mi padre muerto. Sabía que se había casado con su secretaria, que por lo visto era su amor verdadero. También sabía que tenía una hermanastra. Sabía todo esto por las cartas de mi madrastra. Al principio me sorprendí mucho cuando me entregaron su primera carta. En este tiempo solo me ha escrito cinco cartas, en ellas me contaba cosas sobre mi padre y sobre la niña llamada Aurora. Incluso en su última carta me envió una foto de la niña, sabía que la mujer de mi padre le había contado sobre mí. Cuando vi la foto llore. Era una niña muy guapa y risueña. Teníamos los mismos ojos de mi padre. Pero después de ello no nos parecíamos mucho, pero por lo que me conto su madre por lo visto la niña preguntaba cuando me vería. Me prometió que intentaría convencer a mi padre para que viniesen los tres a verme. La verdad es que cuando leí esas palabras me alegre mucho.
  - Han tenido el accidente mientras venían hacia aquí – dice el Sr. Martínez, lagrimas recorren mis mejillas. – La otra noticia, es que su madre estaba gravemente enferma y no puede hacerse cargo de la niña – ahora entiendo la razón por la que mi madre no venía a verme. – Su madre murió hace un par de días en el hospital. – derramo más lagrimas mientras me abrazo a mí misma. – Una de las razones de la visita de su padre, es que él personalmente le contaría la noticia de su madre.

Cierro los ojos. Mis dos padres muertos. Mi madrastra muerta. Mi hermanita huérfana y seguramente este asustada. Pienso rápidamente en las cosas que podría hacer ahora. Cuando abro los ojos, los dos hombres me miran con tristeza. De repente se me ocurre una locura.
  - Por favor doctor escriba un informe diciendo que estoy perfectamente de todo tipo de salud y que puedo cuidar perfectamente de mi hermana – digo rápidamente mientras me limpio las lagrimas. – Me habéis un montón de pruebas y todo tipo de exámenes, he superado todas las pruebas sin ningún problema – estoy suplicando para estar con mi hermana.
  - No podemos hacer eso – dice el doctor con mucha calma. – La niña estará bien con el estado, tú seguirás viviendo aquí – se que por mucho que insista no podre hacer nada para obtener la custodia de mi hermana ya que todos piensan que estoy loca. – Sue tampoco podrás asistir al entierro de tus padres.

Odio estar aquí. No puedo hacer nada. Con una rabia contenida me pongo de pie y después de despedirme salgo corriendo de ese despacho. Todo se ha acabado. Mis padres muertos y una niña sola. Voy hacia los jardines. Varias enfermeras me intentan detener para que me tranquilice pero consigo librarme de ellas. Cuando salgo al jardín corro hacia las rosas. Lagrimas son derramadas. Lagrimas de tristeza e impotencia. Al llegar me siento en el suelo.
  - Somos tus padres, ellos solo cuidaron de ti – dice John a mis espaldas.
  - Ellos eran mis padres. Ellos me querían – digo entre sollozos.
  - Ellos te adoptaron, nosotros somos tus verdaderos padres cariño – dice María.
  - Sue yo soy tu hermano, no esa niña – dice Lucas
  - ¡No! – grito. – Ellos eran mis padres y ella es mi hermanastra, tengo que estar con ella.
Ellos se quedan en silencio, solo me miran. Los tres se cogen de las manos y hacen un círculo a mí alrededor. Un dolor hace que cierre los ojos. Cuando los abro estoy mirando una escena, como si fuera una película. Es María y tiene a una niña en brazos mientras que un hombre juega con Lucas pequeño. Cuando me fijo bien, me doy cuenta que ese hombre es mi padre. Lucas le dice tito. María los mira sonrientes. Ahora me doy cuenta que María tiene los mismos ojos que mi padre y mi hermanita. En la escena apareció John. Él iba directo a darle un beso a María y también a la niña que ella tenía en brazos. << Mi preciosa Sue>> dice John. Al poco llega mi madre. Se ve tan feliz. Mis padres se dan un beso. Cierro los ojos, otra vez por el dolor desconocido. Cuando los abro todos están sentados alrededor de un mesa, María está hablando <<Si nos pasara algo cuidad de los niños>> mis padres se miran, mi madre le sonríe a mi padre y este comienza a hablar <<Hermanita no os pasara nada, veréis crecer a estos hermosos niños. Pero si estáis más tranquilos os prometemos que cuidaremos de mis queridos sobrinos si os pasara algo. Le querremos como si fueran nuestros hijos>>. Grito. Todo se queda en negro.

miércoles, 4 de mayo de 2016

SUSURROS - CAPITULO 2

Cuando reacciono me doy cuenta que estoy tumbada en el césped. Empujo a la persona y comienzo a correr. Mientras corro giro la cabeza y me doy cuenta que el dueño de los ojos es un hombre, lleva un traje que esta empapado. Esta corriendo detrás de mí. Cuando consigo refugiarme de la lluvia, miro al jardín y veo a tres personas. Veo a las personas de mi cabeza. Me quedo petrificada en mi sitio. Siempre los he visto en mi cabeza. Nunca los había visto delante de mí. Una voz me saca del shock.
- ¿Estás bien? - pregunta el dueño de los ojos azules.
Solo consigo asentir con la cabeza. El sitio donde nos estamos refugiando no es muy grande. La verdad es que estamos en el palomar de la clínica. En el palomar hay dos pequeñas sillas viejas y un poco sucias. Me siento en una de las sillas. Prefiero sentarme en la silla que el suelo que esta frio. Él mira primero la silla y después el suelo, al final decide sentarse en la silla. Ninguno de los dos dice nada. Miro hacia arriba, hacia las palomas. Mientras las miro, pienso si ha sido una ilusión o no el hecho de ver a las personas de mi cabeza. Ellos nos dan señales de vida y yo me estoy preocupando demasiado. No es normal que ellos desaparezcan.
- ¿Cómo te llamas? - me pregunta él haciendo que vuelva a la realidad.
- Sue – dije mientras subía mis piernas a la silla y me las abrazaba. - ¿Tú cómo te llamas?
- James – se había sacado la americana empapada. - ¿Eres nueva? Nunca te había visto.
- Vivo aquí desde hace dos años – le digo mientras le miro con la cabeza apoyada en mis piernas – Yo tampoco te había visto nunca.
- La verdad es que antes estaba poco tiempo aquí, solo venía cuando mis estudios me lo permitían – dijo apoyando los brazos en las piernas. - Ahora me veras más tiempo – dijo mientras me guiñaba un ojo.
Antes de que pudiera decir algo más, nos dimos cuenta que ya había parado de llover. Sin decir nada más salimos del palomar. Me despedí de él y comencé a correr hacia mi habitación.

Cuando ya visualizaba mi habitación me tope con mi médico. En este tiempo lo he llegado a diferencia cuando está de buen humor y cuando está enfadado. Ahora está enfadado.
- ¿Dónde has estado? - pregunta manteniendo una voz fría como el hielo.
- En el palomar – mira mi ropa y me hace una pregunta silenciosa. - Me caí cuando iba a refugiarme
- Tenias que venir aquí – dice su enfado crece un poco más -. Todos estábamos preocupados porque  no te encontrábamos – cierra los ojos y cuando los abre no sé si está enfadado o no. - Cámbiate de ropa y ve a mi despacho.


En mi habitación me quito la ropa y me pongo unos tejanos y una camiseta negra. Me pongo unas bambas de tela. Por lo que se de las películas muchos centro psiquiátricos llevan ropa blanca. Pero en esta clínica las reglas cambian. En realidad es una casa de campo súper grande. Que acoge a unas cien personas. Cada una diferente. La casa tiene tres pisos, la planta de abajo es un lugar de ocio donde se encuentra el despacho del doctor que también es el dueño del centro. En la primera planta se encuentra las habitaciones de los chicos y en la última planta la de las chicas. Es una clínica privada, así que sé que mis padres siguen pagando para que yo siga aquí, pero ellos nunca me visitan. Al principio mi madre venia algunas veces, pero después dejo de hacerlo. No le di mucha importancia que no me visitara. Aunque en los días malo lloraba llamándola. La verdad es que cuando mi médico me dijo que fuera a su despacho dentro de mi tenía la esperanza que mi madre se encontrara ahí.
Antes de entrar llame a la puerta. Espere a que me dieran permiso para entrar. Cuando entre me encontré en el despacho con dos hombres pero en ninguna parte estaba mi madre. La verdad es que me entristecí. Uno de los hombres es mi médico que como siempre está en su gran silla, el otro hombre está mirando por la ventana. Cuando me siento en la silla el Sr. Martínez, mi médico, me presenta a su hijo.
- Hola, soy James – dice cuando se gira y me mira.

Los dos nos miramos. El chico que estaba encima de mí hace aproximadamente una hora era el hijo del dueño del centro. El chico de los ojos azules y el hijo del dueño del centro es la misma persona, es James. 

domingo, 1 de mayo de 2016

CAPITULO 2 - DE VUELTA A CASA.


13 de junio de 2013, Santa Mónica.

Por fin, estaba en casa, el único lugar donde me sentía en paz, alrededor de los animales, los prados, mi familia. Hacía ya, cuatro horas, que había llegado, y lo primero que he hecho es ir a ver a mi caballo, Thor, el siempre me ha apoyado y me ha comprendido, es mi mejor amigo dentro del mundo animal, sin contar a mi fiel perro, Heracles, puedo contar con el para todo, es único y el mejo regalo que me pudo hacer mi abuelo, Derek, a los 15 años.
Mi abuela, Leticia, a la cual llamamos “Leti”, como siempre me ha preparado un banquete, bueno para todos, pero en el fondo su famoso chili ultra picante lo hace por mi, mis hermanos lo odian, no soportan que pique tanto, pero me gusta que sea así porque es algo que solo compartimos mi abuela y yo, si soy un niño de la abuela, no se que haría si me faltase algún día, no podría soportarlo.
Ahora mismo, se que mi Nuria ya ha llegado a casa de sus padres, dado que estos no se iban a Francia como de costumbre, porque me ha mandado un WhatsApp diciéndome que ya había llegado y que había recordado como nos conocimos, de hecho si, fue un tremendo choc, yo también, lo recuerdo muy vividamente, mi abuelo siempre me ha dicho que los hombres de nuestra familia siempre hemos sabido cuando hemos encontrado a nuestra alma gemela, poco antes de encontrarla soñamos con ella y al tocarla nos empieza a aparecer un tatuaje, nunca se me ocurrió me preguntar a causa de este, pero se que a nosotros nos aparecen y a nuestras mujeres también, pero diferente al nuestro, en fin, esta ya es otra historia. He corroborado aquello que mi abuelo me decía, volviendo al día que conocí a mi amada rubia dorada, fue alucinante, me quede paralizado, como si no pudiera creer que tenia a mi “merrow” delante de mi. Ver esos ojos verdes que me recordaban a los bellos prados de la hacienda de mis padrinos y su cabello rubio dorado como el sol, casi acaban conmigo.
Estoy cepillando a Thor, mientras recuerdo esto, aunque ya sea muy tarde, hasta que mi santa abuela llega para meterme en vereda, como cuando era un niño, en serio que la adoro.

  • Iván Mackenzie, se puede saber que horas son estas para que este despierto? Que acabas de llegar de viaje, por amor de dios – me dice.
  • Abuela, sabes que te quiero, pero de verdad que no tengo sueño, y por eso estoy aquí. De verdad, a estas alturas aun me regañas como cuando era un niño? – Le reprocho sonriendo ya sabiendo su respuesta.
  • Me importa un comino la edad que tengas, señorito, siempre serás mi niño, te pongas como te pongas – me guiña un ojo y sonríe.
  • Porque sabia que me ibas a decir eso – me rio no puedo evitarlo.
  • Echas de menos a tu novia cierto? - me pregunta.
  • Si, la verdad es que si, no me gusta que este con sus padres, no la tratan bien, cuando no están aquí se la llevan con ellos, pero allá donde van la dejan a a su aire, sola, y no me hace gracia – le digo muy a mi pesar.
  • Son unos cerdos, ya podrían dejarla venir al menos una vez, para que la conozcamos, no? Estoy deseando poder conocer a la mujer que ha conseguido robar el corazón a mi preciado nieto – me guiña un ojo, y no se porque creo que ya me esta organizando hasta mi boda.
    Si algo se le dan bien a la lianta de mi abuela y su mejor amiga, Melisa, es organizar bodas, te organizan todo en menos de cuatro horas, en serio me dan miedo.
  • Abuela, tranquila, intentaré traerla para las navidades, así tenga que secuestrarla, y además como acabamos el curso, no tendrá excusa que poner así que vendrá – le digo riendo.
  • Me alegro mucho de oír eso, cariño, ya estoy deseando que llegue ese día – la muy truhana se parte de risa y se que ya esta tramando algo.
  • Y yo abuela y yo – le miento, me da pavor traerla jajaja son peores que los paparazzi.
  • Serás embustero, se que mientes, truhán, ya sabes que detecto las mentiras – me dice con voz cantarina.
  • Como lo detectas abuela, siempre he sabido que lo hacías pero solo tu o alguien más puede?
  • Todas las mujeres Mackenzie y todas las Halliwell podemos hacerlo, algunas de la misma forma, pero la mayoría a su propia manera, por ejemplo, yo puedo detectarlo de dos maneras, la primera es con el aura de las personas y las segunda puedo oler la mentira, es como un olor agrio, asqueroso, como a pescado en mal estado.
  • En serio? Estoy alucinando, abuela, por eso siempre nos pillabais cuando mentíamos, que callado os lo teníais.
  • Si, la verdad es que si, es como en el campo de batalla, cuanto menos sepan tus enemigos de ti, mejor. Pero debes saber, que esto es un secreto, nadie debe saber que o quien tiene este don ni cuales, la gente es muy supersticiosa y maliciosa y el poder siempre corrompe, recuerda estas palabras, mi niño.
  • Claro abuela, no diré nada, pero solo las mujeres de ambas familias tienen este tipo de don?
  • Si, desde hace casi un milenio, y nunca se ha sabido de otra familia, porque lo dices?
  • Porque el día que nos conocimos, Nuria, me dijo que ella sabia detectar la mentira, de una forma en que otros no pueden, que por eso siempre prefería a estar sola que con gente que le miente.
  • Si que es curioso, si, pero bueno no creo que sea nada de lo que preocuparse, a veces, los niños desarrollan sus propios dones durante su infancia cuando aun son inocentes, no te preocupes, no será nada malo.
  • Vale, en serio, que ya tengo paranoias, me tiene preocupado.
  • Es normal, cariño, la amas, y corazón nos complica todo. Por cierto tienes una foto de ella?
  • Si, en el móvil, espera que la busco – saco el móvil y busco una foto de ella, encuentro una de mis favoritas donde, Nuria, esta hermosa. Se la enseño.
  • Ostras, si que es bella – me mira con una sonrisa – cierra la boca que se cae la baba – se carcajea la muy pillina.
  • Demasiado hermosa, miedo me da si algún día tenemos una hija, no pienso separarme de ella, seré su sombra – me rio al ver como me mira.
  • Tu como tu abuelo y tu padre, no tenéis remedio.
  • Que se le va a hacer abuela – me rio – Bueno ahora si que estoy cansado, me voy a la cama, gracias por la charla abuela – le doy un beso en la mejilla y me marcho.
  • Adiós, cariño, que descanses, ya cierro yo.

Veo a mi nieto marcharse, y me quedo pensando en si ya he visto a esta muchacha, se me hace muy familiar, mi intuición me dice que algo va a suceder y algo muy importante. Tengo muchas ganas de conocer a Nuria, pero mi corazón es como la reconociera, es muy raro. Sé que se avecina una gran guerra y que es hora de sacar las armas.